los fantasmas y el cine

Mi primer acercamiento al concepto de fantasma en el cine se dio desde un frente más bien cómico con Ghostbusters de Ivan Reitman. Seres que representan a la perfección el término espíritu "chocarrero" y que ha sido una constante en películas norteamericanas.

Fantasmas chocarreros

Conocidos también como fantasmas juguetones, estos entes parecen estar entre nosotros con un objetivo único y claro: joder a los vivos. Son aquellos fantasmas que cierran puertas y ventanas con gran violencia, apagan luces, tiran cosas al suelo, susurran al oído o te tocan el hombro.

El "modus operandi" de estos fantasmas se basa en un comportamiento travieso y molesto (de alguna forma infantil) que en muchos de nosotros formó el arquetipo del concepto y que a mi modo de ver, es la representación más común en las narraciones occidentales.

El cine de terror

Después de entender al fantasma a través de los ojos de "Pegajoso", "Beetlejuice" o "Gasparín", el paso lógico para asimilar a estos seres fue a través del género de terror. Las películas de "casas embrujadas" tuvieron cierta fama en la década de los noventa y nos ayudaron (o desinformaron) sobre la idea de los fantasmas.

Para mí, el fantasma de una película de terror (americana) no se aleja mucho del espíritu chocarrero de las películas cómicas, la única diferencia es que en este género el ente pasa de ser travieso a malévolo.

Dentro de este género, los fantasmas seguían siendo personajes unidimensionales y hasta cierto punto lo entiendo, ya que este tipo de filmes tienen una concepción de personajes clásicas/básicas: héroe/heroína VS villano/villana y en este sentido, el arco del antagonista debe ser simple, cliché y lineal.

Llegó Ghibli

La primera vez que vi/entendí a los fantasmas desde una perspectiva diferente, fue con las películas de estudio Ghibli, y es que de alguna forma, Miyazaki y compañía han sabido representar al Yurei (y toda la complejidad que esto acarrea) de una forma natural y simple.

A diferencia de Disney, los seres fantásticos en el universo Ghibli no son intentos por humanizar animales u objetos, sino esfuerzos por materializar recuerdos y concepciones de un mundo intangible. Si las películas de Pixar son una larga alegoría de sentimientos y estados de ánimo, el canon de Ghibli es una incesante evocación a la memoria, la memoria personificada por los fantasmas.

Existe una teoría de que Totoro (Mi Vecino Totoro), es el dios de la muerte que ha llegado avisar a las dos pequeñas protagonistas sobre la muerte de su madre enferma, yo no iría tan lejos ni sería tan fatalista, sin embargo, creo fervientemente que el rechoncho rata/gato/oso es uno de los tantos fantasmas que desfilan por los nostálgicos pasillos de Ghibli.

Kenji Mizoguchi

De los tres grandes maestros del cine japonés, Kurosawa es el genio de la puesta en escena, Ozu del naturalismo y Mizoguchi de lo fantasmagórico, de lo que no se puede ver o se ve a través de la neblina.

En su interesantísimo ensayo, Alfonso Crespo habla sobre Cuentos de la Luna Pálida de Agosto:

Sólo el espectador tiene la suerte de espiar esta espalda del tiempo que es la cotidianidad del fantasma, metáfora del propio dispositivo cinematográfico y representación de uno de sus grandes dones —proporcionarnos la posibilidad de ser testigos de nuestra propia ausencia...

En algún sentido, el cine de Mizoguchi es un medio para leer a las películas de Ghibli de a través de ojos más adultos. La forma en que el japonés filma (entre niebla y nubarrones) no es una cuestión de simple estilo, es una manera de advertir al espectador que está a punto de entrar a un mundo de fantasmas, y el desprecio que hay en su cine por lo real y lo vivo.

En las películas de Mizoguchi el fantasma no es un ente individual, es una atmósfera, un escenario, una toma, un plano... El fantasma como medio para hacer cine.

A Ghost Story

Con la maravillosa película de David Lowery comprendí al fantasma como una metáfora del proceso de duelo, un proceso que empieza con el recuerdo y termina con el olvido (tan simple, tan lineal y tan devastador como suena).

-Estoy esperando a alguien”.

-“¿A quién?”.

- “No lo recuerdo”.

Al inicio de este ensayo les hablé del concepto del fantasma chocarrero como un espíritu que se rehúsa a salir de nuestra dimensión, para atormentar a los vivos a través de acciones tan simples como apagar la luz. Lowery toma este concepto y lo convierte en otra metáfora sobre el recuerdo y el olvido. ¿Qué es un fantasma tirando cosas al suelo sino nuestra memoria haciendo artimañas para no olvidar?

Mike Flanagan y el fantasma como metáfora del dolor infinito

A pesar de ser una historia profundamente triste, A Ghost Story es una película sobre superar la muerte. Por otro lado, las series de Mike Flanagan (The Haunting of Bly Manor) se tratan sobre personas imposibilitadas para olvidar, esclavas de su propio dolor.

En Bly Manor y Midnight Mass, Flanagan presenta a los fantasmas y/o demonios como obstáculos para sobreponerse a la pérdida, en este sentido el director inglés ha migrado a este tipo de historias a un género mucho más dramático.

Aquí, los fantasmas se presentan como loops infinitos que viven en las casas de personas atormentadas por sus pasados, sus culpas, sus pérdidas y su sufrimiento.

POR ÚLTIMO: NANI MORETTI Y EL FANTASMA DEL REALISMO

En La Habitación del Hijo, el director italiano cuenta la historia del luto de una familia que acaba de perder a su hijo menor y cómo tendrán que lidiar con la pérdida en una dolorosa cotidianeidad.

A pesar de que Moretti jamás propone una película sobre fantasmas desde un punto de vista fantástico o espiritual, existe en el filme una constante presencia del hijo fallecido que no se puede ver, pero se palpa en cada fotograma.

A través del dolor, la culpa y al final la aceptación de la familia, Nanni Moretti crea un personaje invisible y fantasmagórico en un filme que en esencia se mueve por el realismo.